Para nosotros fue una larga jornada, ya que la iniciamos a las 5:00 AM para poder llegar a Cd. Constitución a las 8:00 AM, hora de inicio de la RPI, que tuvo una duración de 10 horas, pues terminó a las 6:00 PM. Así que retornamos a nuestra ciudad casi a las 10:00 PM, pero valió la pena el esfuerzo.
Una parte importante de la población de las comunidades pesqueras que serían afectadas acudió a la reunión pública para decirle al gobierno federal que ni por equivocación se les ocurra aprobar ese criminal proyecto. La ciudadanía llegó encabezada por los directivos de las diversas Cooperativas Pesqueras y su Confederación, así como por el Presidente Municipal Venustiano Pérez y algunas diputadas y diputados locales que fueron a externar un punto de acuerdo tomado por el Congreso del Estado en el que manifiestan su rechazo y exigen a la SEMARNAT que no se apruebe dicho proyecto.
También un buen número de especialistas, entre ellos, un grupo del FRECIUDAV, acudimos a apoyar a la población, y presentamos 10 ponencias, para fundamentar con bases técnicas y científicas el porqué es inaceptable este y otros proyectos similares.
Entre muchos de los argumentos que se manejaron para decirle NO a Don Diego, se encuentran estos:
• El Golfo de Ulloa aporta más del 30% de la producción pesquera del país (CONABIO, 2012). Y esto debería ser suficiente para que la SEMARNAT no apruebe ese proyecto, ya que pondría en riesgo casi la tercera parte de la producción pesquera del país. Aunque dada la escasa capacidad demostrada por Guerra Abud y su evidente desinterés por proteger al medio ambiente, se teme que no lo comprenda y también lo apruebe, con la venia de Peña Nieto y sus ineptos “asesores”.
• En ninguna parte del planeta existe una mina submarina, ya que ese tipo de proyectos han sido rechazados en otros países, precisamente porque se desconocen los efectos del dragado y desecho continuo durante décadas (50 años en el caso de Don Diego) sobre la producción pesquera y la salud de los consumidores, entre otras.
• Asimismo, se desconocen los efectos sobre las ballenas y otros mamíferos marinos, al igual que los efectos sobre el abulón, la langosta, y todas las especies que abundan en el Golfo de Ulloa.
• La empresa cometió un sinnúmero de errores en la MIA, y algunos de ellos son de matemáticas elementales; lo que permite inferir que si no tienen capacidad para efectuar sencillos cálculos, menos la tienen para efectuar complejos modelos matemáticos que permitan hacer extrapolaciones adecuadas sobre los efectos del proyecto.
• Y como ya se les demostró en la reunión pública, muchos de sus datos están sesgados. Y los modelos matemáticos requieren que se les alimente con datos confiables para poder llegar a resultados con algún índice de confiabilidad, pues si les introducen datos inadecuados, tendrán resultados erróneos; como fue el caso de Los Cardones, en donde su modelo indica que las emisiones de polvo van a caer en la misma área de trabajo; mientras que el modelo efectuado por el Colegio de Ingenieros Civiles nos dice que los polvos cubrirían un radio de 170 km a la redonda; y dadas las diversas evidencias (corroboradas inclusive por fotografías satelitales) acerca de que los polvos de las minas a cielo abierto viajan muchas decenas e, inclusive, centenares de km, es evidente que el modelo de la minera de Salinas Pliego falló debido a que introdujeron datos sesgados de manera conveniente para ellos; lo mismo que están haciendo los consultores de Odyssey.
• Argumentan que este proyecto es indispensable para incrementar la producción agrícola de nuestro país. Pero lo que en ningún momento han comprendido, ni lo quieren comprender, es que la grave disminución en la producción de alimentos no se debe a la falta de fósforo, sino a la falta de cerebro de los politicastros apátridas que se han dedicado a hacer negocio con la importación de alimentos y dejaron de apoyar al campo, desde que Salinas inició la entreguista política neoliberal que nos ha llevado a esta crisis del sistema alimentario mexicano, al igual que a la crisis energética, laboral, educativa, etc.
• Ignoraron los efectos sobre la microbiota, que es el primer eslabón fundamental de la cadena alimenticia, y si se afecta ese eslabón la productividad decaería enormemente.
• Pretendieron ignorar la liberación de metales pesados y elementos radiactivos presentes en el mineral (con análisis químicos presentados en su MIA), mismos que serían liberados, con los consecuentes efectos sobre la fauna marina y la salud de los consumidores; lo que obviamente llevaría a una pérdida casi total del mercado nacional e internacional.
• También pretendieron ignorar que una buena parte de los sedimentos que retornarían al océano son partículas tan pequeñas que podrían tardar años en sedimentar, lo que obviamente implica que se incrementaría de manera significativa la turbidez del agua, con todos los efectos perjudiciales que ello implica, además de que las corrientes marinas las dispersarían a lo largo de muchos cientos de km del litoral, con la consiguiente afectación a la biota marina y a la productividad de TODO el litoral de la península, etc.
• Sesgaron o falsearon mucha información sobre los mamíferos marinos y los impactos que causarían sobre ellos.
• Las matrices de impacto ambiental, parte fundamental de la MIA, están tan sesgadas que llegan a la “brillante” conclusión de que los efectos del proyecto sobre la actividad pesquera serían DESPRECIABLES.
• La empresa Odyssey, que es la dueña de Exploraciones Oceánicas (empresa mexicana solo de nombre), únicamente tiene experiencia en la extracción de tesoros de barcos naufragados y nunca se ha dedicado a extraer minerales ni siquiera en tierra, mucho menos del fondo del mar, ya que como antes lo comentamos, no existe ninguna mina marina.
Y la lista de todas las fallas, así como de la vapuleada que se les dio a sus “expertos”, es larga, pero con esto ya les damos una idea de la amenaza que implica ese proyecto y lo que sucedió en la RPI.
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